08 noviembre 2010

Crimen/ Irvine Welsh


Ray Lennox es un joven e inteligente inspector de la policía de Edimburgo que ha resuelto un atroz caso de asesinato. La muerta era una niña de siete años y el culpable, un asesino en serie por cuyos crímenes anteriores habían sido encarcelados varios pringados más o menos inocentes. Todo ha terminado ya Lennox ha hecho un excelente trabajo y ha sido recompensado con unas vacaciones que debe tomarse quiera o no puesto que su desesperada, obsesiva implicación en el caso –que lo remite a un secreto episodio de su pasado– y su depresión posterior, han hecho que sus superiores decidan alejarlo por un tiempo, hasta que se recupere. Lennox viaja con su novia Trudi a Miami, se olvida de la cocaína y el alcohol de los que había abusado en los últimos tiempos e intenta volver a la normalidad tomando antidepresivos como si fueran caramelos. Trudi es guapa, joven y se aman, pero comienzan a tener problemas sexuales –puede que por los antidepresivos–, y sociales –ella está demasiado ocupada planeando su boda–. Y tras una discusión, Ray va a un bar y, tras beber bastante vodka en soledad, se le acercan dos mujeres, Starry y Robyn, con cocaína y muchas ganas de fiesta. Los tres acaban en el piso de Robyn y cuando están en plena juerga, entre juegos eróticos y nubes de polvos blancos –e intentando no despertar a Tianna, la hija de Robyn, que duerme en su habitación–, llegan al piso dos amigos de las mujeres y se unen a la fiesta. Uno de ellos desaparece muy pronto y reaparecerá en el cuarto y la cama de la niña, que grita desesperada. A la mañana siguiente, tras una brutal pelea, el desbande y la desaparición de la madre, Lennox, que había acabado encerrado con Tianna en la habitación de ella para protegerla, se encontrará a cargo de una precoz lolita de diez años, al parecer amenazada por una oscura, poderosa red de pedófilos. Para salvarla, el detective no tendrá otra salida que enfrentarse a su propia vida y a los fantasmas del pasado y actuar en el lado más oscuro de esa América a la que había llegado como turista.




Crimen
Irvine Welsh
Anagrama 2010

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