09 noviembre 2009

Hace cinco años ......


Era martes y Stieg Larsson llegaba a la redacción de Expo. El ascensor no funcionaba, comenzó a subir los siete pisos a pesar de que ya notaba un malestar en el pecho. Y se encontró entre aquellos escalones con uno de los asesinos más implacables: el infarto.

Como Manuel Vázquez Montalbán, con el que comparte asesino, no vería publicada su obra Milenio.

Larsson, había nacido cincuenta años antes, el 15 de Agosto, en un pequeño municipio Norsjo ( sale en Los hombres que no amaban a las mujeres ) y era uno de esos periodistas de investigación de los que van quedando pocos. Era un gran lector de novelas negrocriminales y también un apasionado de la ciencia ficción. En esta librería nunca le agradeceremos lo suficiente que a la hora de ser novelista se decantara por la novela negra.

No entramos en polémicas. Todo el mundo tiene derecho a opinar y a decir que no le gusta un libro. Ustedes saben que nosotros, el librero y la librera, fuimos firmes defensores de Stieg Larsson, desde que ávida y vorazmente comenzamos a leerlo y a disfrutarlo. Pero nos parece que hay que leerlo, o intentarlo sin pre-juicios, para descalificarlo. Como libreros siempre agradeceremos los momentos de placer que ha proporcionado a muchos de los lectores, Y nos gusta que un libro antifascista, antirracista, feminista, anticorrupción y antiespeculación, sea un éxito de ventas y leído por miles de hombres y mujeres. Nosotros hablamos siempre de lectura y no de Literatura.

Hoy brindaremos por la memoria de Stieg Larsson, con la botella de vodka sueco que, últimamente, siempre tenemos en la nevera de la librería.

Hablando de suecos, no produce una inmensa alegría, que Roseanna la primera novela de Maj Sjöwall y Per Wahlöö, nos llegue con la franja de 7ª edición. Pero más que a nosotros háganle caso a Henning Mankell cuando dice:”Estos dos autores cambiaron el género. Cualquiera que escriba novela policíaca hoy en día se está inspirando todavía en estos autores”. Roseanna, publicada en 1965, y tan campante.

En la web de la librería irán apareciendo los distintos libros que se leen en los clubes de lectura con los que la librería tiene relación. Si ustedes deciden participar, en ausencia, via correo electrónico, les proponemos que lean el libro nos manden su comentario. Lo leeremos en la sesión del club.

No se alegren si después de leer La mujer de Verde, de Arnaldur Indridason, encuentran un libro publicado por Circulo de lectores, del mismo autor, llamado Silencio sepulcral. Es el mismo libro.

Cada día abres el periódico y lees noticias sobre la realidad mexicana, traspasada transversal y verticalmente por el narcotráfico. Perdonen la petulancia, pero nosotros lo entendemos mejor por una sencilla razón: hemos leído El poder del perro, de Don Winslow.

Una de las gratificaciones de un librero son las sorpresas: Ir descubriendo nuevos nombres, la mayor de las veces por que un buen cliente-lector te lo recomienda: Lee a Alexis Ravelo, es uno de los nuestros. Y en cuanto puedes comienzas a leer Sólo los muertos, te encuentras cómodo, interesado en las andanzas de Eladio Monroy, y en cómo te las cuentan. Las calles de Las Palmas de Gran Canaria, una librería como ojala hubieran más, malos reales, buscas un CD de Chet Baker, y te pones un poco de ron añejo de Arehucas, y sigues leyendo apaciblemente un novela bien construida, bien contada,honesta.

Si la hubiera publicado ( La ha publicado Anroart) una editorial con buena distribución estaría en todos los aeropuertos, estaciones y pilas en las grandes superficies, si la hubiera publicado un editorial con pedigree literario estaría en todos los suplementos, pero en la Peninsula Alexis Ravelo, y su Eladio Monroy sólo contará con la ayuda del boca a boca cuando ustedes la lean. Nosotros se lo aconsejamos.

Héctor Fuentes tomó un vuelo hacia Gran Canaria. Después se lo tragó la tierra. Para localizarlo, nadie mejor que Eladio Monroy, conocedor como nadie de las calles de Las Palmas. Este ex marinero violento, sarcástico y sentimental, vuelve a verse involucrado en un asunto que le viene grande. No es la primera vez que se mete en líos. Pero quizá sea la última. Eladio Monroy recibe el encargo de localizar a un directivo de una multinacional farmacéutica que, presuntamente, amenaza con vulnerar los secretos de la empresa. Sin embargo, nada es lo que parece y las cosas acabarán complicándose, porque, como escribió Juan Carlos Onetti, "un hombre con fe es más peligroso que una bestia con hambre". Los males de la globalización, la opresión de los menos privilegiados, la homofobia o la violencia de género son algunos de los temas que trata esta novela con fidelidad a las constantes del género negro.

Saludos negrocriminales y buena lectura


www.negraycriminal.com/




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