11 junio 2008

Una vieja novela de Fernando Marías inspira relatos sobre el tráfico de arte


Hace dieciséis años, Fernando Marías (Bilbao, 1958) publicó 'Esta noche moriré', una novela negra que en su día pasó desapercibida -«decían los libreros que era una novela de culto para disimular que nadie la compraba»- y que el autor sigue considerando su mejor obra. Comienza con una frase inquietante: «Me suicidé hace dieciséis años» y cuenta la venganza que urde un criminal contra el policía que le metió entre rejas. «Tiene pasajes muy duros, pero es valiente, sin trampas; a mí me sigue seduciendo», subrayó Marías. La historia pone al descubierto una sociedad secreta denominada la Corporación que se dedica al tráfico de obras de arte. «Es todo ficción, pero por mucho que uno invente, la realidad es siempre más espeluznante», argumentó el escritor vasco. Reeditada «sin ninguna modificación» por la editorial 451 Editores, la novela ha inspirado el libro de relatos 'Historia secreta de la Corporación', en el que han participado los novelistas Lorenzo Silva, José Carlos Somoza, Marta Rivera de la Cruz, Vicente Luis Mora, Elia Barceló, Juan Bas, Constantino Bértolo y el propio Fernando Marías. En todos los relatos aparece la Corporación, sociedad clandestina y criminal -«verdadera máquina de manipular vidas»- que se dedica a conseguir obras maestras de genios de la literatura y el arte para especular con ellas tras la muerte de sus autores.


Otro 'Hamlet'



Somoza indaga en su relato sobre una versión desconocida del 'Hamlet' de Shakespeare, Juan Bas investiga el paradero de una película nunca vista de Hitchcock, Vicente Luis Mora intenta hallar un edificio oculto de Le Corbusier, Marta Rivera de la Cruz descubre el manuscrito inédito de la única novela de amor de Pavese, Silva se introduce en esos enredos absurdos que tanto entristecen a Kafka, Elia Barceló informa sobre las últimas barrabasadas de la Corporación y Fernando Marías recrea los personajes de su novela 'Esta noche moriré'.Marías estuvo bromeando sobre los vínculos que podrían existir entre la tormenta que cayó ayer en el recinto de la Feria del Libro y la Corporación. «Silva se ha quedado atrapado en un atasco, Bértolo ha sufrido un percance, Somoza está aquí de milagro». El escritor prometió que dentro de diez años hablará más explícitamente de la Corporación, una sociedad que aparentemente ha salido de su imaginación, pero, según dejó caer, «encierra unas cuantas sorpresas».


Tomás García Yebra




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