22 enero 2008

Mercedes Castro se aleja de los estereotipos de las novelas policíacas en 'Y punto.', su primera novela negra


MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -


Mercedes Castro se aleja de los estereotipos de las novelas policíacas en 'Y punto.', su primera novela negra. Con una omnipresente voz narrativa cargada de ironía, la autora presenta la historia de Clara Deza, una mujer de carne y hueso que trabaja en una comisaría madrileña.

La muletilla 'y punto' que la protagonista repite constantemente y que da título a la novela, es, según explicó Mercedes Castro en una entrevista concedida a Europa Press, "su mantra, una manera de defenderse ante un mundo hostil que la cuestiona constantemente; un mundo cruel y difícil al que intenta poner freno".

Con 'Y punto.' Mercedes Castro no quiso ceñirse ni regirse por las normas canónicas de un único género. El resultado ha sido una novela híbrida, "como un kinder sorpresa", que se encuentra a caballo entre varios géneros. "Tiene una trama policíaca pero también es muy introspectiva y muy íntima y con parte de crónica social", insistió Castro. El motivo de esta heterogeneidad, según señaló la autora, es que buscaba crear un personaje "verosímil y creíble"; una mujer que, además de policía fuese esposa, hija, compañera, "alejada de los estereotipos que nos presentan las novelas policíacas". Mercedes Castro comenzó a escribirla en su último año de carrera, "a tiempo parcial, y por puro placer".


LA VOZ NARRATIVA


La ironía y el humor son las herramientas que tiene la protagonista para replantearse y cuestionarse muchas cosas. Sin embargo, Castro no cree que Clara Deza sea especialmente dubitativa o contradictoria. "El problema es que la voz narrativa es tan introspectiva que no discrimina ninguno de sus pensamientos. Para Castro, Clara es en este aspecto "un personaje abierto en canal".
Clara es un personaje que parece encontrarse en un estado permanente de mala leche, indicó la autora. El problema es que tiene que lidiar "en un mundo gris que parece acecharle". Para Castro, esa sociedad que rodea a la protagonista es, en cierto modo, "reflejo de la nuestra". Mercedes Castro, que se declara "pesimista por naturaleza", consideró que se vive en un mundo que "se ha vuelto cada vez más agresivo, que está perdiendo la educación y la humanidad en el día a día".


MACHISMO


La escritora se propuso criticar el machismo imperante, presente sobre todo en determinados ámbitos. Por eso, situó a su protagonista en una comisaría, un mundo que "continúa siendo de hombres". Un ámbito en el que también le interesaba que hubiese varias generaciones de hombres para poder apreciar que "existen diferentes actitudes ante las mujeres trabajadoras".
La protagonista mantiene un continuo diálogo consigo misma, lo que llevó a la autora a plantearse si estaría cerrando la novela a un público "exclusivamente femenino". Aunque existiese ese miedo, Castro mantuvo que tiene comprobado que los hombres "son capaces de comprender esta perspectiva y apreciarla", aunque no deje de resultarle "chocante" que no se cuestione la misma idea cuando "otras obras escritas por hombres se narran desde una voz protagonista masculina, dando por hecho que las leerán mujeres y hombres por igual".
Licenciada en Derecho, Mercedes Castro siempre ha trabajado en el sector editorial, en el que ha desempeñado casi todas las funciones. Ha publicado relatos en diversos volúmenes colectivos, una antología bilingüe de Rosalía de Castro (2004), el poemario 'La niña en rebajas' (ediciones Esquío) y siete libros de cuentos infantiles (Santillana).



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