23 noviembre 2007

La verdad del Caimán de Massimo Carlotto


Corren buenos tiempos para las traducciones al castellano de autores italianos de novela negra. Tras las recientes novelas de Marco Vichi, Giorgio Todde o Valerio Varesi entre otros, llega a mis manos la obra de quien, cronológicamente, debería ser uno de pioneros por estas tierras, pues su primera novela negra data de 1995. Hablo de La verdad del Caimán, de Massimo Carlotto, que con este título inició una serie de cinco novelas que espero sean traducidas a lo largo de los próximos años.
Carlotto es un tipo con una biografía ciertamente curiosa. Nacido en Padua en 1956 y actualmente residente en Cagliari, fue acusado en 1976 del asesinato de una mujer del que él fue el único testigo. Tras pasar seis años en la cárcel, estuvo otros cinco fugado por distintos países europeos, entre ellos España. Y fue en 1993 cuando el Presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro le concedió el indulto. Su fuga quedó reflejada en una novela autobiográfica publicada en 1995, "Il fuggiasco", llevada al cine en 2003 por Andrea Manni.
La verdad del Caimán también cuenta con evidentes tintes biográficos. De hecho, en la contracubierta podemos leer: "La verdad del Caimán es ciertamente mi historia. Tanto es así que en Padua, cuando salió el libro, se armó un escándalo porque la gente reconocía por la calle a los personajes y los señalaba".
El protagonista de la novela es Marco Buratti, conocido como el Caimán por su pasado como cantante de un grupo de blues, los Old Red Alligators. Tras una estancia de siete años en prisión, que podían haberse visto reducidos en caso de firmar ciertas actas y reconocer algunas caras, algo que prefirió no hacer, trabaja actualmente como detective, realizando investigaciones para toda la gente legal que necesita entrar en contacto con los bajos fondos. Bebe calvados, el único recuerdo que le queda de una novia francesa que tuvo, y nadie sabe dónde vive aunque cualquiera que haya oído hablar de él sabe cómo encontrarle: en cualquier club en el que toque una buena banda de blues.
Una abogada, Barbara Foscarini, le encarga la búsqueda de un hombre que ha aprovechado el tercer grado del que disfrutaba para no regresar a prisión, a pesar de que sólo le quedaba un año de condena por cumplir. Se trata de Alberto Magagnin, que dieciocho años atrás fue enviado a prisión acusado del homicidio de una mujer, aunque él siempre dijo que se la había encontrado muerta cuando entró a robar en su casa. Siguiendo su rastro, el Caimán llega a la casa de Piera Belli, una profesora a la que se ha visto últimamente en compañía del prófugo. El Caimán se la encuentra muerta, apuñalada, en lo que parece una repetición del pasado de Magagnin y del propio Massimo Carlotto.
El Caimán se plantea dos posibilidades: o Magagnin es nuevamente culpable o nuevamente inocente, y al ver que puede ser acusado otra vez de forma injusta, ha decidido huir. Pero un reloj manipulado deja las cosas más claras y el Caimán decide pedir ayuda a Beniamino Rossini, un cincuentón representante del hampa milanés a quien conoció en la cárcel y que, actualmente, se dedica al contrabando de todo tipo de mercancías (incluidas mujeres que terminarán dedicándose a la prostitución) entre Italia y Dalmacia. Se constituye así la curiosa pareja protagonista que deberá remontarse a aquel primer asesinato cometido dieciocho años atrás, enfrentándose a mafiosos, burgueses con tendencias sadomasoquistas, abogados, empresarios...
La novela discurre a un ritmo trepidante, casi vertiginoso, sin tiempo para innecesarias descripciones pues el mundo del Caimán queda perfectamente definido mediante sutiles pinceladas que bosquejan los bares que frecuenta, sus fieles amigos y aquellos de quienes mejor es mantenerse alejado. Estamos ante una historia que parece transcurrir siempre de noche si se entiende a qué quiero referirme con ello, a los ambientes oscuros a que nos acostumbró Hammett desde los primeros tiempos de la novela negra. Y es que el Caimán bien podría ser un personaje que se desenvolviese en cualquier historia criminal ambientada en los bajos fondos de Nueva York, Poisonville, Nueva Orleans o cualquier otra ciudad grande, mediana o pequeña de los Estados Unidos. Será por los implacables métodos que los protagonistas emplean para obtener información, por su afición hacia el alcohol, por su pasado al margen de la legalidad... o por el sonido melancólico del blues que pone música a muchos de los pasajes de la historia.


La Verdad del Caimán
Massimo Carlotto
Barataria 2005



Por Ricardo Bosque



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